miércoles, 19 de noviembre de 2008

Nuevas Tecnologias de Información y Comunicación


Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Barquisimeto Dr. “Luís Beltrán Prieto Figueroa”
Sub-Programa de Investigación y Posgrado

Las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación y su Repercusión en el Sistema Educativo y Sociedad.

Resulta fácil encontrar cualquier cantidad de información publicadas en Internet por diferentes autores acerca de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (la que a posterior la Abreviaremos TIC), Sin embargo nosotros a continuación trataremos de explicar de una manera sencilla que son las TIC y su incidencia actualmente en el sistema educativo y sociedad.
Comenzaremos por explicar que entendemos por TIC. Cuando hablamos de las Nuevas Tecnología de Información y Comunicación, nos referimos al uso y manejo de Cajeros automáticos, teléfonos móviles, televisión digital y por cable, la Informática plasmada en el Internet, etc., resulta sumamente obvio como las TIC han irrumpido desde el último tercio del siglo XX donde cambiaron y continúan cambiando en estos inicios del siglo XXI, el mundo tal y como lo conocemos.
No obstante la integración entre los avances de las TIC y el desarrollo de las teorías y modelos pedagógicos para algunos autores como Gómez, hoy en día se convierten en una de las demandas fundamentales de la denominada sociedad de la información y del conocimiento. Es así como muchos de los anhelados postulados de las teorías y modelos, particularmente de cognitivos y constructivitas, empiezan a encontrar en los servicios de Internet posibilidades reales de ser aplicados. Paulatinamente se va tecnificando la realidad en la que vivimos.
Estas tecnologías están permitiendo entrar a la humanidad en lo que se está dando en llamar la era de la comunicación universal. Hemos de tener en cuenta, sin embargo, que los principales clientes y en muchos casos responsables del empleo y difusión de estas nuevas tecnologías son los medios de comunicación (hasta el punto de que podemos afirmar que existe una relación inseparable, en el mundo de hoy, entre ambos términos: particularmente preferimos hablar de tecnologías y medios de comunicación). En este sentido es indudable que estos deberían estar presentes en el sistema educativo como elementos de un gran protagonismo en la sociedad actual, como parte del entorno vivencial para el que se está ofreciendo una educación a los niños y jóvenes, de tal modo que les pueda permitir, en un proceso formativo integral, un completo y auténtico acceso al conocimiento de la realidad que les conduzca a pautas de libertad y democracia para el desarrollo social, tal y como demandan los principales currícula prescriptitos de los principales países del contexto occidental.
En este contexto, y como ya demostró Masterman (1990), los medios de comunicación tienen una presencia de tal relevancia en el mundo actual que su poder (cada vez ejercido de modo más sutil) requiere ser conocido y analizado. Su capacidad de influencia puede crear y crea actitudes en niños y jóvenes (y claro está en adultos) orientadas evidentemente a que coincidan con los intereses de los mismos, los cuales es necesario poner de manifiesto. Sólo mediante el análisis crítico de los medios de comunicación, y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) como instrumentos que les dan forma y capacidad de desarrollo, es posible llevar a efecto una labor realmente formativa.
Por otra parte, y gracias a los medios de comunicación, que logran eliminar las distancias, es posible que la información, que no hace tanto tiempo era privilegio solo de unos pocos, ahora sea accesible a millones de personas aun en los lugares más apartados (y en este caso estamos pensado, todavía hoy, más en la tradicional radio que en las nuevas tecnologías telemáticas), conformando en conjunto una nueva realidad social. Todo ello, por supuesto, con una riqueza y calidad de información como nunca antes se había producido. Sin embargo, calificar al progreso tecnológico en sí como óptimo o negativo no sería correcto, puesto que tal cuestión estaría en virtud del uso que hagamos de él. Sin entrar ahora en las repercusiones que la tecnología pueda tener para el medio ambiente o la naturaleza en general (de una vital trascendencia, mereciendo sin duda un análisis aparte) y centrándonos en el contexto mediático actual y su relación con la educación, encontramos ejemplos de hechos que deben ser conocidos desde un punto de vista pedagógico si queremos evitar un perjuicio en el empleo de las TIC. Por ejemplo, el tratamiento que hacen los medios de comunicación de la información (modificándola, transformándola), un hecho evidentemente constatable, puede tener graves consecuencias y riesgos sobre el alumnado y resultar decisivo en el delicado momento de sus vidas en el que se encuentran. Si no son capaces de analizar y discernir acerca de estos mensajes (ofrecidos gracias a las TIC de una forma atractiva, atrayente y sugestiva), y la naturaleza de los mismos, que llegan a ellos desde los mas media en una proporción, ya saturación cada vez mayor, podemos estar dudando de la auténtica eficacia de los procesos educativos actuales (y cuando nos referimos a ello hablamos de forma global, en lo que atañe a los entornos escolares pero también, es evidente, a la importancia de la familia en los mismos). Es sorprendente, y ampliamente conocida, la determinante influencia que ejerce en este sentido, por ejemplo, el medio de comunicación de mayor presencia en el mundo occidental, la televisión, en la adquisición de valores y actitudes. Para algunos autores (como Coudry y Popper, 1996) se trataría del mayor poder que hoy existe en el mundo, mayor incluso que el que se encuentra en manos de los estados. De este modo, y como asimismo han demostrado algunos estudios sociológicos y educativos, la influencia de la televisión en los niños es indudable (Himmelweit, Oppenheim y Vince, 1958; Gerbner y Gross, 1976), siendo en ocasiones, incluso, mayor que la que sobre ellos ejerce la familia y/o la escuela (Postman, 1991). Los niños y jóvenes están siendo bombardeados continuamente por una cantidad ingente de información audiovisual (de gran riqueza) pero se encuentran incapaces (ni presentan actitudes para ello) de categorizarla y seleccionarla. Y en ello tampoco pueden ser ayudados por sus educadores, padres y profesores, ya que estos no están (tampoco han sido formados para ello) en mejores condiciones.
Nos encontramos ante un arduo trabajo por realizar, ante un camino que realmente solo es posible recorrer desde contextos educativos.
En el momento presente, y más que nunca, vivimos en un mundo dependiente de la información, una información basada en nuevos lenguajes desconocidos para la mayoría de sus consumidores. Y dado el enorme poder de influencia que estos tienen, y los riesgos que pueden suponer para el óptimo desarrollo de la persona se hace necesario Alfabetizar, sin mayor dilación, al profesorado y alumnado en los mismos para que puedan adquirir la capacidad de establecer un cierto posicionamiento crítico.
Como última, citar la formulada en la publicación de la revista "Cultura y Nuevas Tecnologías" de la Exposición Procesos, organizada en Madrid por el Ministerio de Cultura: "... nuevos soportes y canales para dar forma, registrar, almacenar y difundir contenidos informacionales." (Ministerio de Cultura, 1986, 12).
En líneas generales las NT lo que hacen es generar y procesar información, como es el caso de la utilización de la informática; facilitar el acceso a grandes masas de información y en períodos cortos de tiempo, como son los discos de CD- ROM y el acceso "on-line" a bases de datos bibliográficas; presentar al usuario la misma información con códigos lingüísticos diferentes, que le permitan centrarse en los que tiene una mayor predisposición o elegir los que se adecuan más a los contenidos emitidos, como son los hiperdocumentos; y la transmisión de la información a destinos lejanos, con costos cada vez menores y en tiempo real, como las videoconferencias.

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